El pueblo yazidie en pleno siglo XXI ha sufrido su 74º genocidio. Esta vez y nuevamente a manos de los panarabes e islamistas radicales ahora bajo bandera de Daesh. Pero con la complicidad de sus hermanos de fe kurdos de Barzani, y la complicidad también de un Occidente Interesado sólo en el expolio de la zona.

 Se dice que Barzani pacto con los terroristas de DAESH entregarles Shinjal y los "infieles" yazidies, a cambio de robarle Kirkut y su petróleo a Iraq. Es por ello que los miles de peshmergas kurdos que custodiaban Shinjal se retiraron en plena noche sin disparar un tiro, para dejar entrar a los terroristas, quienes dieron buena cuenta de personas y propiedades. Los yazidies que se salvaron lo hicieron con lo puesto, miles perecieron asesinados y mujeres y niños secuestrados. Aún hoy Shinjal es una ciudad fantasma vacía de ciudadanos por estar aún bajo amenaza de combates. Los yazidies se refugian en la montaña de Shinjal o en los diferentes campos de refugiados habilitados.  

Los protagonistas de la liberación de Shinjal, así como de otras poblaciones de la región fueron las YBS, milicia hermana de la YPG Siria y ambas amparadas por la milicia kurda de Bakur. A ellas el mérito y gloria de a costa de cientos de "sheid", mártires, haber librado esas tierras de los terroristas, además de abrir corredores de llegada de ayuda y escape de refugiados, ante miles de yazidies rodeados por los cuatro costados por Daesh. 

Una vez liberada Shinjal, se dejaron caer los peshmergas, aunque como Barzani es malo pero no tonto, y habiendo perdido la confianza de los yazidies, puso al mando de sus fuerzas a un general yazidie. Con eso y contratando como peshmergas por un sueldo, la mitad de lo que cobran los peshmergas en el Kurdistán iraquí, a yazidies sin otra fuente de ingresos, se ha hecho con la zona como propia.  

Hoy en día los yazidies sufren un aislamiento y embargo de facto impuesto por Barzani, y sus ashais o policías políticos, que lejos de servir al pueblo sirven los intereses del clan de Ali Babas de los Barzani. Impidiendo la entrada de occidentales sea prensa o interesados por la situación del pueblo yazidie, los ashais protegen la cadena mediática del clan, para controlar y manipular a su antojo la información de la zona. Así como realizan un embargo sobre personas y bienes que tratan de entrar en la región. 

No hay acceso a Shinjal oficialmente más que por el Kurdistán iraquí, ya que al resto de Iraq está cortado por el control de Daesh sobre la zona de Mosul, y la frontera con Siria oficialmente carece de pasos fronterizos abiertos en la zona. 

Tras el genocidio la opresión de un régimen, el de los kurdos, satélites  de intereses yankis, que tratan de usurpar una región que no los quiere. Ni con las ayudas internacionales que controla la ONG del clan Barzani, ni contratando peshmergas entre los yazidies, podrá ganarse la confianza perdida por el pueblo yazidi.  

La milicia de defensa yazidie, así como la YBS, terminarán echando de la región a los peshmergas. No creo falte mucho para que el sátrapa y su clan deban hacer uso de sus pasaportes y nacionalidades de EEUU para irse de un país al que han entregado a intereses extranjeros. En el mismo Kurdistán iraquí cada vez son menos los que apoyan a este personaje. 

Expoliando un petróleo con el que financia su milicia y con ellos sus votos, ha alargado la agonía de un partido el PDK, que hace seguidismo del interés americano de romper Iraq, además de sometimiento a Turquía y su influencia en la zona. Turcos y americanos apoyan a Barzani, pero cada vez lo hacen menos kurdos. 

Esperemos que el ejército iraquí pueda abrirse paso hasta Shinjal y romper el aislamiento de la región. Mientras la YBS seguirán velando por el bienestar de los yazidies. Y es que tanto la milicia asiria cristiana del norte de Iraq, como los yazidies son ciudadanos de tercera bajo el régimen del PDK. 

Todavía hay poblaciones como Tall Afar donde mujeres yazidies siguen secuestradas, y tanto las HPE yazidies como las YBS podrían liberar, pero las amenazas de Turquía y EEUU que amparan a los peshmergas, impiden que se siga avanzando. Demasiados oscuros intereses en la zona del que, como siempre, los más débiles salen perdiendo.

La guerra se terminaría muy rápido, bastaría con que se deje de ayudar a los terroristas por acción o por omisión, o dejen vía libre a la milicia de las YBS/ YPG, que se sobran para terminar con Daesh. Y también que Turquía deje de entrometerse en Siria e Iraq, asesinando impunemente a quienes combaten a los terroristas, y que los EEUU dejen de jugar a exprimir estas tierras utilizando sus dirigentes títeres. 

Mientras, tratando de que no nos afecten estas guerras intestinas, seguiremos ayudando a terminar con Daesh y ayudar a minorías como la cristiana y yazidi, acosadas por todos lados y abandonadas por un Occidente preocupado por otras cosas.

Simón de Monfort     

(Desde el frente de batalla, en la lucha contra el DAESH) 

Aquí tienes su página de Facebook desde la que narra su gesta    

https://www.facebook.com/Apoyo-Voluntarios-Españoles-contra-DAESH-811409822301358/