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Me parece algo asombroso como de unos años a esta parte y a medida que los partidos políticos, nuevos y viejos, se llenan la boca de hablar de los derechos de los trabajadores, lo único que se hace es dotar al empresario de herramientas para vulnerar cada vez más esos derechos, y cuando no las tienen directamente optan por machacar al trabajador sin que en la mayoría de los casos nadie haga nada.

 

 

En estos últimos tiempos hemos tenido que recurrir con demasiada frecuencia al término Mobbing que no es otra cosa que el acoso a un trabajador por parte de sus superiores a sabiendas de que aquel no puede defenderse o no esta en situación de protestar. 

 

¿Cómo es posible que legalmente la empresa pueda pedirte que tu médico de cabecera te de la baja por una día de gripe, y que no te admita un simple justificante médico, todo por así poder descontarte un día a la hora de pagarte la nómina? ¿Cómo es posible que la ley tolere semejante cosa después de los años de lucha obrera por tener unos derechos? 

 

Curioso que después de tantos años de pelea por nuestros derechos, hoy en día en algunas empresas un trabajador no pueda ponerse enfermo porque no puede permitirse que le descuenten un día de salario. 

 

España ha atravesado unos años donde el paro amenazaba a todos los trabajadores y los empresarios se han aprovechado de ello. Nos han forzado al límite con la certeza de que no se iba a protestar y que si lo hacíamos, habría una larga cola de trabajadores en el paro dispuestos a trabajar más por menos dinero. 

 

He tenido cerca y vivido infinidad de casos, pero creo que los que más me han dolido son los de aquellos trabajadores en cuya empresa hay sindicatos, y los representantes sindicales miraban a otro lado mientras se dedicaban a pedir “horas sindicales” para librar 4 días a la semana en vez de dos, algo sencillamente increíble.

 

Ver como en un hospital, del que prefiero omitir el nombre, la jefa de enfermería le decía a una auxiliar, alérgica a diversos materiales, que le salía más barato despedirla que traerla guantes de vinilo, único material que la pobre auxiliar de enfermería podía utilizar, es algo horrible pero aún más horrible es ver los eccemas en las manos de la pobre mujer tras tener que usar guantes de latex. Mientras, he de insistir, las representantes sindicales asistían como si nada a este espectáculo. No sé si es peor esa actitud o que la gerencia de ese hospital también mirara para otro lado. 

 

Me parece increíble como los trabajadores hemos pasado también de apoyar a nuestros compañeros a comportarnos como los avestruces, es decir, metemos la cabeza debajo de la tierra y no moverla mientras no te salpique. 

 

Compañeros que ven como una secretaria entra en el despacho del director de una compañía y sale llorando con un ataque de nervios tras el que tiene que ser atendida en un hospital con una crisis de ansiedad, porque el indeseable se le ha ocurrido decir “Me sale muy barato despedirte y me trabajas poco”, claro lo que se le olvido al desgraciado era el recordar que esa persona estaba contratada a media jornada y hacia nueve horas diarias, porque no podía dar más de sí. El caso es que sus compañeros, esos con los que compartía nueve horas o más todos los días, con los que tomaba café, con los que bromeaba y algunos con los que creía tener una relación especial no hicieron nada, ni tan siquiera alzar mínimamente la voz para decir “Creo que se ha pasado”. Muchos rumores a petit comité, muchas críticas y enfados pero al final nadie hizo nada. Triste actitud y más triste que la pobre secretaria meses más tarde tuviera que dejar la empresa porque no podía más con la presión a la que estaba siendo sometida. 

 

No tenemos, como trabajadores, que soportar que nadie nos grite porque simplemente haya tenido un mal día, y decida usarnos de punching ball y además lo complemente con que si no nos gusta “ya sabemos dónde está la puerta” porque tiene gente de sobra para trabajar el doble por la mitad. Actitud de cobarde, pero que les funciona y deja a los trabajadores como a los topos. 

 

El mobbing es responsabilidad no solo del empresario o, en su defecto, el jefe, sino también de quien ve y no hace nada. Es responsabilidad de quien no alza la voz por sus compañeros y se olvida de que es muy fácil que un día le toque a él y nadie haga nada. 

 

Es muy probable que gran parte de culpa de este comportamiento lo tengan los “sindicatos mayoritarios” que han conseguido, con su nefasto comportamiento, que la gente no crea en sus derechos laborales, que se conforme con tener trabajo y poder cobrar un sueldo suficiente porque ya nadie reclama lo que realmente le corresponde. Trabajadores que se han acostumbrado a tener que hacer horas extras forzosas sin que se las paguen, acostumbrado a recibir gritos por respuesta, a ser cambiados de departamento como si fueran basura sin previo aviso, acostumbrados a ser acosados por sus superiores y solo confesárselo a su almohada entre lágrimas de desesperación, trabajadores que tienen que comprobar como en vez de subir su salario por hacer más horas, se lo rebajen hasta límites insospechados sin poder hacer nada. 

 

Pero es hora de gritar ¡BASTA YA! y que reclamemos un trato digno, que se respeten nuestros derechos, y no nos traten como animales. La empresa no es nada sin sus trabajadores y si la empresa logra sobrevivir, es porque hay muchos trabajadores que se dejan la piel, mientras su dueño, como si de un amo se tratara, encima les pone un bozal para que no protesten. Hemos de confiar en que todavía quedan sindicatos como TNS que luchan cada día por los derechos del trabajador y por acabar con esta agónica situación de los trabajadores y que, pese a tener todo en contra, se van haciendo hueco en unas empresas marxificadas y que prefieren a los sindicatos comprables o su ausencia, que a gente dispuesta a luchar por los trabajadores, por sus compañeros. 

 

Está en nuestra mano acabar con el mobbing. Está en nuestra mano acabar con este acoso al que de forma masiva estamos acudiendo y que solo nos hace convertirnos en mulas de carga a las que se puede golpear para hacer el trabajo sucio. Luchemos todos contra este mal de los trabajadores y alcemos la voz. Existe gente dispuesta a ayudarnos, existe gente que sigue en la lucha, existe el TNS.

 

 

 

ANTONIO DE LA PEÑA

 

MILITANTE TNS