Imprimir
Categoría: Artículos
Visto: 1380
Inicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivado
 

 

 Soldados bajo las estrellas

 

Noche cerrada en Siria, a las puertas de Raqqa. Tendidos en el tejado de una antigua granja de vacas, para evitar las ratas y los olores de abajo. En lo alto las estrellas, hay tantas y tan claras que me cuesta distinguir "el carro" y la Osa Mayor, bonita noche, espectacular.  

 

 

Cuanta gente no sabe lo que es estar tendido bajo el manto estrellado de una noche clara. Somos tan poco y somos tanto, que nos podemos permitir estas noches durmiendo en el espacio infinito, eso es lo que se siente aquí tendido, no estar en la Tierra, sino estar flotando en el espacio.


Podría alcanzar con la mano a mis seres queridos perdidos, mi padre, mis abuelos y algunos camaradas y amigos... Están aquí los siento tan cerca, que me asusta y me alegra a la vez pensar que puedan estar esperándome. Quizás sepan más de lo que me espera de lo que yo pueda sospechar.


Cada día entrenamos, nos preparamos para el asalto a Raqqa, o quizás Mosul, las noticias cada día nos llegan contradictorias... Rumores de batalla pero a la vez certezas y preparaciones inminentes, los T-55 cada día calientan motores, los cargamentos de municiones y armas llegan a diario y los planes y entrenamientos se intensifican. Instrucción táctica militar, preparación física, entrenamiento de primeros auxilios en combate...todo se apresura y dispone para una gran operación.


Y en lo alto las estrellas... Parece nos dicen que nos esperan, no me da miedo, quizás incertidumbre y la pena de las cosas por hacer, los besos que dar, los perdones que pedir, las cervezas que tomar... Pero nada comparable al goce de quienes te esperan, de Dios mismo capitaneando las estrellas, de la corona de una vida entregada por los más nobles ideales.


Todos hemos de morir, para eso nacimos, para acabar muriendo, no somos nosotros quienes elegimos el cómo y el cuándo morir, esos son decisiones de Dios, pero sí que está en nuestra mano el cómo vivir.


Aquellos que se aferran a una vida vacía la perderán en estúpidas distracciones, los que luchan por causas nobles se elevan a la altura de lo que combaten, esa es la diferencia, somos lo que luchamos y por lo que combatimos. Sí nuestra meta es la hamburguesa del McDonald’s del sábado, somos ese pedazo de mi... que representa esa comida basura, sí nuestra meta es dar sentido a nuestra vida haciendo lo que Dios nos llama, ahí nos esperan las estrellas, el firmamento infinito y el premio de gozar la razón de nuestra existencia.


Nuestra única razón alabar y servir a Dios para salvar nuestra alma. Hemos elegido el camino del guerrero, en las trincheras, arma al brazo y en lo alto las estrellas...

 

 

¿Qué más se puede pedir?

 

 

Simón de Monfort     

(Desde el frente de batalla, en la lucha contra el DAESH) 

 

Aquí tienes su página de Facebook desde la que narra su gesta    

https://www.facebook.com/Apoyo-Voluntarios-Españoles-contra-DAESH-811409822301358/